D - Libreto

 



REPRESENTACIÓN DEL ALMA Y DEL CUERPO (1600)

(Rappresentazione di anima, e di corpo)

 

Música de Emilio di Cavalieri (c 1550 - 1602)

Texto de Agostino Manni (1548 - 1618)

 

PRÓLOGO

Sinfonía

ÁNIMAS BEATAS, ÁNGELES, ALMA, 
CUERPO, INTELECTO, CONSEJO, CORO
¡Oh, Señor santo y verdadero,
que del mundo tienes el mando!
¡Oh, Señor santo y fuerte,
domador de la muerte,
dador de la vida,
suprema bondad infinita!
Para ti Señor, para tí
la gloria y la alabanza sean dados.
Para ti gran Señor, suprema y digna,
sean ​​la gloria y el reino eternos.


PROEMIO



CONCIENCIA, PRUDENCIA
MUCHACHOS, CONCIENCIA
Tú, que aparentemente eres un joven sensato y 
prudente, dime por favor, ¿qué te parece esta 
vida mortal que tanto aprecian los hombres? ¿Cómo 
se entiende? Quiero tu opinión, porque yo también 
iba a vivir de una manera que, cuando llega a su fin, 
no me encuentro a mí mismo, como le ocurre a 
muchos, engañados por falsas esperanzas.

PRUDENCIA
No puedo satisfacer plenamente tu deseo, pues 
mis pocos años no me han llevado a ver 
mucho de este tema, pero como he sido capaz 
de aprender de los sabios que lo han examinado 
con ojos perspicaces, me parece que es un 
espectáculo de apariencia y vanidad; una fina 
prenda que cubre la deformidad del débil cuerpo; 
un prado cubierto de verde hierba donde se 
esconde la serpiente venenosa. Y tú, ¿qué dirías 
qué fue?

CONCIENCIA
Aunque aún soy inexperta, yo diría que es un 
campo angosto y lleno de duras piedras; un bosque 
frondoso, pero lleno de espinas; una umbrosa colina, 
pero llena de grandes rocas; y, en definitiva, un gran 
bosque, pero lleno de fieras.

PRUDENCIA
Yo diría que es un valle de llanto; una fuente sin 
pensamientos; un río crecido por las lágrimas; y un 
tormentoso mar de miseria.

CONCIENCIA
Yo de nuevo, si soy sensible, encuentro que esta 
vida nuestra es como una burbuja en el agua, que 
de repente desaparece; como el vapor en el aire, 
que se pierde rápidamente; como la flor que se 
marchita en un momento.

PRUDENCIA
Yo la comparo con una casa antigua en peligro 
de ruina; a una alta torre construida sobre la arena; 
a un frondoso árbol, pero sin raíces.

CONCIENCIA
A mí me parece un barco sin timón; 
la vejez sin bastón; un caballo sin freno; 
o un ciego sin lazarillo.

PRUDENCIA
Yo la equiparo al orden desordenado; a la calma 
inquieta; al cansancio que no sirve para nada; a la 
salud insalubre; o a la riqueza que es menesterosa.

CONCIENCIA
Digamos que es la belleza deforme; el honor 
deshonrado; la ambición ansiosa; la altura precipitada;
o la nobleza oscura.

PRUDENCIA
Añado que es un saco sin fondo; un florero 
desvencijado; un espejo manchado; o un vidrio roto.

CONCIENCIA
No dejes de decir que es un gancho de oro oxidado;
una zarza afilada que pincha; una manzana amarga
que repugna; o una copa de vino que emborracha.

PRUDENCIA
De hecho se trata de un viaje proceloso; una ciudad 
turbulenta; un reino dividido; el principado de un tirano;
o una peregrinación incómoda.

CONCIENCIA
Digamos también que se trata de un castillo en el 
aire; un barco en medio de la mar; una nube contra 
el sol; o un viento que pasa y no vuelve.

PRUDENCIA
Así es. Y dicen que es un remolino oscuro donde 
muchos naufragan; un mar siniestro donde 
muchos perecen; un océano sin puerto
donde se navega sin rumbo.

CONCIENCIA
Tengamos en cuenta que se trata de una caverna 
de serpientes; de una cueva de ladrones; de una 
gruta de asesinos; o de un refugio de malhechores.

PRUDENCIA
¿No veis que es una plaza llena de rumores; una 
sinuosa calle llena de peligros; o una vieja pared 
llena de grietas?

CONCIENCIA
Decid más bien que es un pesado yugo; un 
peso aplastante; o una vigorosa cadena.

PRUDENCIA
Es realmente como la pegajosa brea; 
el barro untuoso; o el polvo que ciega.

CONCIENCIA
Sin duda es un desierto arenoso; una soledad 
terrible; o un país deshabitado.

PRUDENCIA
¿No creeís que cambia como la luna? ¿Que 
pasa de largo cual mensajero? ¿Qué gira 
como una rueda?

CONCIENCIA
Está claro que se trata de una ciudad sangrienta; 
una carne concupiscente; un espejismo visual; 
o un corazón soberbio.

PRUDENCIA
Ciertamente lo llaman amor de locos; deseo 
de degenerados; o placer de viciosos.

CONCIENCIA
Decid que es una mesa desabastecida; ​​una cisterna 
quebrada; un duro catre: o un cofre vacío.

PRUDENCIA
Comparadla con el canto de una sirena; con una 
ramera pervertida; o con un mago charlatán.

CONCIENCIA
Consideradla como un dolor que ríe; una risa que 
llora; o una alegría que se lamenta.

PRUDENCIA
Y yo, para decir su nombre, digo que es una vida 
engañosa; una vida muerta; una muerte que respira;
o un infierno para los vivos.

CONCIENCIA
Yo llego a la conclusión de que esta miserable vida 
no es más que un cortejo fúnebre de cuerpos vivientes;
una veloz carrera hacia la muerte; o una apariencia 
noble para los gusanos.

PRUDENCIA
De hecho, a esta vida mundana se le pueden 
dar todos los títulos y nombres más indignos,
pues todos le cuadrarán de lo mejor.

CONCIENCIA
Y ahora decidme, si ella es así, ¿de dónde surge que 
muchos la tengan en tan alta estima y disfruten 
de ella tanto, que desearían no morir nunca?

PRUDENCIA
Se debe a que los pecados han oscurecido su 
pensamiento colocando un velo sobre sus ojos 
para que no puedan discernir; y así, toman lo falso 
por verdadero y lo malo por bueno; y son engañados
en medio de sus errores; y entonces la muerte viene y 
se los lleva a donde no tienen en sus manos nada 
más que viento, tormento y castigo.

CONCIENCIA
De hecho, cuán infelices son los hombres que 
así viven, pues ellos duermen profundamente 
al confundir tal peligro. ¡Oh, qué bien que harían 
si alguna vez despertaran de su letargo mortal!

PRUDENCIA
¡Oh cuánta, cuánta salvación no habría para 
toda esa gente si pudieran ver más allá de las 
apariencias, las miserias y las imperfecciones! 
A pesar de ser tan aficionados a sus falsas bellezas, 
llegando a su fin, desaparecen en las penas del 
infierno en los brazos de la cruel muerte.

CONCIENCIA
¡Oh, cuánta felicidad no habría para todos si se 
alzaran desde los sentidos hacia el intelecto!
Si vieran que ni las riquezas, ni el placer, llenan 
de contenido al corazón en esta vida, sino que 
sólo es bueno lo que se refiere a Dios. 
Descubrirían que el tiempo vuela con el guiño de 
un ojo y aprenderían que la pequeña luz de la vida 
pasa en un momento; que el cuerpo con sus sentidos, 
llena al alma de lodo; que el Paraíso brilla sobre sus 
cabezas y el Infierno arde bajo sus pies; que el mundo 
alucina y engaña; que la vida seduce y mata; y que 
cualquiera que combata con valentía en la tierra 
contra los insultos y las tentaciones del enemigo, 
gana coronas eternas y gloriosas en el Cielo.

PRUDENCIA
Muy cierto. El conocimiento y la comprensión
de lo que es recto es lo más importante, en función
de la suma de todas las cosas; de aquí que muchos
hayan tomado esto en consideración. Ahora, en 
este lugar, va a ser representado un ejemplo vivo 
y maravilloso que mostrará la verdad de nuestras 
conclusiones. Lo veréis en sentido figurado, pues 
imágenes nuevas y extrañas os deleitarán sirviendo 
como alegorías de “ideas” en las que cada uno de 
vosotros será capaz de ver y formar una imagen en 
su corazón, y en el que reconocerá claramente que 
esta vida, este mundo, estas grandezas terrenales, 
son verdaderamente polvo, humo y sombra. 
Finalmente comprenderéis que no hay nada más 
que sea firme y grande excepto la virtud, la gracia
de Dios, y el eterno Reino de los Cielos. Pero mirad,
un anciano viene para iniciar el asunto. Dejemosle el 
sitio y salgamos.

CONCIENCIA
Pues hagamoslo.

Sinfonía


PRIMER ACTO



Escena 1

EL TIEMPO
El tiempo, el tiempo vuela,
la vida se difumina.
Ya me parece escuchar
la última trompeta, diciendo:
"Salid de la tumba
cenizas y huesos dispersos;
surgid de nuevo almas,
y tomar vuestros cuerpos!
¡Venid y decidnos la verdad!
¿Era lo más adecuado
servir a la vanidad del mundo
o al Rey del Cielo, allá en lo alto?"
Que cada uno escuche,
abra los ojos y entienda
que esta vida es como el viento,
que llega muy lejos en un momento;
hoy viene,
mañana se muere;
hoy aparece,
mañana desaparece;
por lo que cada uno intente,
mientras aún le quede tiempo,
abandonar los asuntos terrenales,
aunque sean placenteros,
y dedicarse a trabajar en cuerpo y alma
por alcanzar el fruto de las buenas obras.

Escena 2

CORO
La vida mortal, en su fluir, 
ha cogido alas con pasos tan apresurados
como si la persiguieran 
los vientos y las flechas.
Fugazmente transcurre el día, 
y más rápidamente la noche;
de un plumazo el verano desaparece
y el invierno en un instante pasa a la eternidad.
El tiempo no permanece,
nos desgasta y nos limita.
¡Ay, cómo en un momento
el cielo da la vida y el viento se la lleva!
Pero la vida, que es corta,
el hombre sabio no la debe odiar,
pues aún siendo el tiempo escaso,
nos puede llevar al puerto deseado.

Escena 3

INTELECTO
Cada corazón ama el bien,
nadie quiere sufrir dolores.
Así que mil deseos,
así que mil suspiros,
y la risa, junto con el dolor,
son sentidos por todos.
Y yo que tanto amo lo bueno,
desde el fondo de mi corazón clamo:
¡Ay! ¿Quién puede satisfacer
estos ansiosos deseos míos?
¿Riqueza? No, no,
no me puede satisfacer.
¿Honor? pero, ¿qué me da
si me hace desear más?;
¿Placer? pero ¿cómo podrá deleitarme
si me produce nueva sed?
Sólo una cosa que debo desear,
que es lo único que puede satisfacer mis sentimientos:
debo desear en mi corazón
tener ese bien que mantiene todo los demás en su sitio;
debo desear, si me es permitido tal deseo,
estar en el Cielo feliz para siempre con Dios.


Escena 4

(Cuerpo y Alma)

CUERPO
Alma mía, ¿en qué estás pensando?
¿Por qué estás tan triste
y andas siempre suspirando?

ALMA
Querria reposo y paz;
me gustaría tener amor y alegría, y sin embargo 
me encuentro con la ansiedad y la angustia.

CUERPO
En este caso, toma mis sentidos
que te darán reposo y alegría
de mil maneras diferentes.

ALMA
No quiero tomar de esas aguas,
pues inflamarán mucho más
mi sed ardiente.

CUERPO
Toma los honores del mundo,
y así disfrutarás de todo 
lo que pueda satisfacerte.

ALMA
No, no, bien sé por experiencia
que el amargo ajenjo
está cubierto por falsa miel.

CUERPO
Alma, más que cualquier otra cosa
eres justa y hermosa, por lo tanto
encontraras satisfacción en ti misma.

ALMA
Ya lo hice, mas...
¿cómo en mí misma podría yo encontrar 
la liberación de mis propios sentimientos?

CUERPO
Entonces, si no hay remedio,
si eres tan recatada,
¿estarás siempre llorando?

ALMA
No, no. Siempre que me escuches
y poses junto a mí tu mirada
en los deseos más altos.
Tierra, ¿por qué me atraes hacia ti?
Ahora sigue mi deseo
y descansemos juntos en Dios.

CUERPO
¡Ay! ¿Quién me aconsejará?
¿A quién de los dos debería aferrarme?
El Alma me consuela,
El Sentido me transporta,
mi Carne me tienta,
lo Eterno me asusta.
Miserable como soy, ¿qué debo hacer?
¿Habré de acudir a lo peor?
No, no, eso no sería justo,
para mi gusto falaz,
para mi breve placer,
perder el Cielo, la vida eterna y a Dios.
Así pues, Alma mía,
en tu compañía
iré a buscar con amor
el Cielo, la vida eterna y mi a Señor.

Escena 5

CORO
El misericordioso Cielo derrama aquí abajo 
otorgando toda su gracia y favor:
El gran Señor abre la mano divina
e imparte sus gracias.
Almas, que en la tierra recibís ese don,
bendecid al Señor porque es bueno.
Su rostro es amable, la frente siempre serena,
con su mira hacia abajo, oye y responde.
Tiene una mano compasiva, un corazón paternal,
que disimulan nuestras faltas.
Baja para reprender, y rápido perdonar:
¡Bendecid al Señor, porque es bueno!
Celebrad al Señor con órganos y cítaras,
tambores, laúdes y trompetas.
Cantad juntos en armonía el salmo, el himno,
y dejad que resuene en las alturas:
"¡Cantad juntos en todas las lenguas!
¡Bendecid al Señor porque es bueno!"

Sinfonía


ACTO SEGUNDO



Escena 1


CORO
Bendecid al Señor porque es bueno.

Escena 2

CONSEJO
Nuestra vida en la tierra
no es otra que la guerra.
Los enemigos agresivos están 
a nuestro alrededor noche y dia;
y con tales artes y engaños
que a menudo nos hacen caer.
El mundo se embellece
con cristales y oropeles;
la carne, con malas obras,
encubre sus gusanos interiores;
y es que esta vida 
adorna sus miserias.
Así pues, dejad que el soldado elegido
se arme con yelmo y coraza;
y acuda a la batalla
protegido con la cota de malla de la fe.
Todos los hombres 
deberán ser juzgados por Dios, 
pero felices aquellos que lucharon
contra el enemigo y ganaron,
pues como premio en el Paraíso
recibirán cetro y corona.

Escena 3

CORO
¡Oh, cuántos errores y tinieblas
ensombrecen la mente humana!
¡Oh, cuántos corazones engañados
se permanecen en el profundo abismo!
¿Por qué entre el barro y el polvo
busca ansioso el corazón humano
la alegría que sólo en el Cielo existe?
¡Mirad, 
oh ansiosas mentes,
los nítidos manantiales celestiales
y abandonad las impuras y turbias
aguas terrenales!
¿Qué encanto, qué espejismo,
contagia y enajena al corazón,
que confunde el veneno por alimento
dando muerte al alma?

Escena 4

PLACER CON DOS COMPAÑEROS
El que persigue la alegría, 
desea diversiones y placer,
mientras malgasta su tiempo.
¡Venid, venid y disfrutad,
dejad de lado los problemas!
¡Corred y disfrutad con nosotros!
Los pajaritos
cantan en los árboles;
los peces nadan dulcemente

a través de la corriente;
el placer invita
con multitud de cosas.
Los prados de hierba ríen
cuando la ropa blanquea;
los bosques y las umbrosas arboledas
son felices y despreocupados;
y permanentemente las floridas colinas
invitan a la alegría.

CUERPO
Frente a estos sonidos y canciones,
alma, me siento temblar
como una hoja en el viento.

ALMA
¿Cómo cambias tan rápidamente?
Sé fuerte y no temas,
esto es falso placer.

PLACER Y COMPAÑEROS
¡Oh, canciones! ¡Oh, risas! ¡Oh, amores tiernos,
aguas frescas, dulces prados, brisas serenas,
gratas armonías que deleitáis los corazones!
Banquetes, cenas y sabrosas comidas;
ropa elegante y aromas deliciosos;
triunfos y fiestas llenas de alegría;
deleite, gusto, felicidad y placer.
¡Bendita el alma que puede gozar de vosotros!

ALMA
¡Yo no lo creo, no, no!
Bien conozco tus engaños.
Todas tus promesas 
y esa mirada encantadora
al final son todo amargor.
¡Bendita el alma que sabe vivir sin ello!

PLACER Y COMPAÑEROS
Ahuyenta esos negros pensamientos
tan turbios y tristes.
Abre, abre tu pecho
al placer y al deleite.
Abre, abre tu corazón
a la alegría y al amor.
Dulce deleite
que alegra el pecho,
tierno ardor
que hace que se alegre el corazón.

ALMA
¡Lejos, lejos, falsas sirenas,
de fraudes y engaños llenas!
El final de tu canto
está siempre lleno de llanto.
El deleite es fugaz,
pero la aflicción que le sigue nunca termina.

PLACER Y COMPAÑEROS
Dado que no te es agradable
nuestra alegre compañía,
tomaremos nuestro camino
hacia otros donde sí nos desearán.
Para obtener la felicidad
otros a cientos vendrán.


Escena 5

CUERPO
No sé si ha estado bien dejar de lado 
tanto placer como el mundo tiene.

ALMA
Voy a preguntarle al Cielo,
que nunca oculta la verdad.
Veremos lo que responde.
¿El sabio debe amar los placeres o huir de ellos?

RESPUESTA DEL CIELO
... huir.

ALMA
¿Qué es lo que el hombre busca y busca en vano?

RESPUESTA DEL CIELO
... vano.

ALMA
¿Quién da la muerte al corazón con displacer?

RESPUESTA DEL CIELO
... placer.

ALMA
¿Cómo obtiene la vida quien de la vida hace amor?

RESPUESTA DEL CIELO
... amor.

ALMA
¿El amor de las bellezas del mundo, o el de Dios?

RESPUESTA DEL CIELO
... Dios.

ALMA
Luego morirá quien desee el placer, ¿verdad?

RESPUESTA DEL CIELO
... verdad.

ALMA
Ya has oído lo que ha dicho el Cielo:
huye del placer vano
ama a Dios verdaderamente.

Escena 6

ÁNGEL DE LA GUARDA
Fortísimos guerreros,
que a enemigos orgullosos habéis ahuyentado,
el Señor me ha enviado aquí
para que en cada una 
de vuestras esforzadas empresas
os reconforte el corazón.
Otra lucha os espera,
agotadora y problemática,
pero no vaciléis ni un instante,
pues yo me uno a vosotros
y en cada prueba  
os ofreceré mi mano.

CORO
Algunos doman a los soberbios,
algunos triunfan sobre los altivos,
pero por encima de todo guerrero
es el hombre valiente quien domina sus sentidos.

Escena 7

EL MUNDO
Yo soy, yo soy el mundo,
que abunda en la grandeza;
y mi magnífico brazo
por todas partes extiendo.
Míos son todos los tesoros,
toda la plata y el oro,
las grandes riquezas,
las sublimes bellezas,
los altos principados,
y los reinos poderosos.
Al que me sirva
y vaya a donde yo quiero,
le prometo innumerables 
delicias y riquezas.

CUERPO
Alma, he oído grandes cosas.
Si el Mundo está diciendo la verdad,
me gustaría cambiar de opinión.

ALMA
Yo también estoy pensando
si se podrá servir 
al Mundo y a Dios.

ÁNGEL DE LA GUARDA
No se pueden tener dos corazones
para servir a dos señores;
Si el uno se rige por unas reglas
el otro tiene leyes opuestas.
Servid sólo a Dios,
señor todopoderoso.

EL MUNDO
Lo que la tierra contiene,
lo que el mar abraza y posee,
y hasta donde el cielo se extiende,
todo eso depende de mí.
Todo lo llevo en mi seno
y lo doy a quien quiero.

LA VIDA MUNDANA
Yo soy la ansiada vida,
tan placentera para todos.
Bella, preciosa y encantadora,
alegre y confiada,
que doy fácilmente
todo lo que tengo de bello y bueno.
Si quieres servir
al Mundo que ves,
yo te daré con amor
la flor de mi vida.
Te daré alegremente
días largos y dichosos.
¿No veis cómo corren los años?
¿A qué estáis esperando?
¿A cuando el pelo crezca cano
y la vida se marchite?

ÁNGEL DE LA GUARDA
No es así, escuchad, 
no es oro todo lo que reluce.
Servid a Dios
mientras podáis hacerlo,
pues mañana, 
¿quién sabe lo que te va a pasar?
Alma, al enemigo ardiente
responde con ardor.

ALMA
Yo, que llevo conmigo
la imagen del Rey;
yo, hecha con honor,
como mi Hacedor,
¿qué tengo que ver con el mundo
que pasa y cae al precipicio?

EL MUNDO
Mira mi aspecto,
doy lo que prometo.
¡Tomad los bienes del presente,
vivid con alegría!
 
ALMA
Yo, que soy 
el espíritu y la mente eternos,
¿qué tengo que ver con la vida,
que tan pronto se marchita?

EL MUNDO
Harías bien
si dejaras de discutir.

ÁNGEL DE LA GUARDA
¡Ese malvado ingrato
está cubierto de barro!
¡Esa criatura falsa y lasciva
es la muerte, que parece viva!
Ahora venid y ved el Mundo,
lo que la vida y el Mundo son.
Desnudad a ese maligno y ved
lo que vuestro corazón no cree.

CUERPO
¡Quítate el disfraz,
quiero verte!

EL MUNDO
¡Ay! La fuerza angélica,
¿por qué razón me obliga?

CUERPO
¡Oh, cómo es el mundo
de pobre y feo!
Te conozco bien por esos harapos.
¡No, nunca más me engañarás!

CORO
¡Oh, amantes desdichados
que al mundo entregáis vuestros corazones,
ved cuál vil
es lo que parecía tan gentil!
¡Qué triste destino es abrazar 
aquello que conduce a la muerte!

ÁNGEL DE LA GUARDA
¡Desnuda a ésa también!

LA VIDA MUNDANA
¡Ay de mí, no me salvaré!

CUERPO
¡Ay, desgraciada suerte!
Entonces ¿la vida es muerte?
Entonces ¿es la vida humana
la muerte disfrazada?

ÁNGEL DE LA GUARDA
Ahora que has descubierto
el engaño oculto,
con mano desdeñosa
arrójalos lejos.

ALMA, CUERPO
¡Fuera, fuera, Mundo falaz!
¡Fuera, fuera, vida fugaz!
Id a buscar a los necios
cuyos ojos están deslumbrados.
¡Oh, cuántas nubes y sombras
ciegan a los ojos mortales!

Escena 8

ÁNGEL DE LA GUARDA
El valiente vencedor
sólo honor merece.
Honor que le aguarda en el Cielo, 
honor que le hará bendito.
Y ahora, desde la tierra 
que has conquistado con esfuerzo,
vuelve tu corazón y tu mirada,
y dirige tus pasos hacia el Paraíso.

ÁNGELES
¡
Venid, amados, al Cielo!
¡Venid benditos,
que estos lugares hermosos
se hicieron para vosotros por encima de las estrellas!
Dejad de lado la tierra,
donde la guerra es perpetua.
Saltad al Cielo en glorioso vuelo,
pues aquí reside la paz y el reposo;
desde donde sin ningún velo
se contempla al Rey del Cielo.

Escena 9

UNO DEL CORO
Tras arduas fatigas,
tras vencer al frío y al hielo,
ascender, desde el falaz mundo,
santificado al Cielo,
a los honores eternos,
es el destino venturoso de los mortales.

CORO
Es el destino venturoso de los mortales.

Dos de CORO
Después de la prueba,
el hombre, débil y arruinado,
pero amigo de la virtud,
ascender hacia lo alto, donde
hay riquezas inmortales,
es el destino venturoso de los mortales.

CORO 
Es el destino venturoso de los mortales.
De los abismos terrenales,
donde reina la muerte,
poder saltar, por ventura,
a los altos reinos eternos
que no tienen otros iguales,
es el destino venturoso de los mortales.
Amar el bien eterno,
ascender al cielo supremo,
huir de los males del mundo
es el destino venturoso de los mortales.

Intermedio. Capricho

Intermedio. Pass E Medio



ACTO TERCERO


Escena 1

Sinfonía

INTELECTO
Ascender puro al Cielo,
donde se contempla a Dios,
es rica recompensa para el corazón.

CONSEJO
Huir del infierno,
donde todo mal habita,
donde habita el gusano inmortal.

INTELECTO
Ascender puro al cielo,
donde se escuchan los cánticos
de los ángeles y santos.

CONSEJO
Huir del infierno,
donde se escuchan las voces
de los ángeles crueles.

CORO
El timonel evita la destructiva
tormenta del proceloso mar,
pero más debe uno evitar
el desprecio y la ira del Cielo.

INTELECTO
En el Cielo siempre hay alegría,
en el Cielo siempre hay luz
que eternamente brilla.

CONSEJO
El infierno es el miedo,
el infierno es el dolor,
las tinieblas y el horror.

INTELECTO
Del Cielo son las riquezas,
del Cielo son los tesoros
y honores eternos.

CONSEJO
En el infierno siempre
está la miseria y la vergüenza,
la desgracia y la pobreza.

INTELECTO
En el Cielo hay palacios
hechos de piedras de oro
maravillosamente labrado.

CORO
Algunos siempre buscan
piedras preciosas;
pero lo que deberían de buscar
son las raras gemas celestiales.

CONSEJO
El Infierno posee
cuevas y grutas
donde la noche mora.

INTELECTO
En el Cielo es primavera,
y las flores del Paraíso
emanan su perfume eternamente.

CONSEJO
En las profundidades habita el invierno,
y la inmundicia y el hedor
son abominables.

Escena 2

(Las almas condenadas se 
asoman desde boca del Infierno)

CONSEJO
Vosotras, que estáis ahí abajo,
¿qué os atormenta más?
¿qué sucede en el Infierno?

ALMAS CONDENADAS
¡El fuego, el fuego eterno!
El cruel, el cruel pecado,
por el que nos ha condenado
el Juez Celestial
al fuego, al fuego eterno.

Escena 3

(Almas beatas en el Cielo, que se 
abre mientras se cierra el Infierno)

INTELECTO
Almas que os regocijáis en el Cielo,
¿cuál es el premio más noble y digno
que poseéis ahí?

ÁNIMAS BENDITAS
¡Eterno, eterno reino!
¡Oh, reino, reino eterno!
¡Oh, bien supremo y celestial,
que nunca pierde su signo!
¡Eterno, reino eterno!

ALMA, INTELECTO
CONSEJO, CUERPO
(juntos)
¡Oh, gran estupor!
¡Oh, grave error!
¡Que el hombre mortal
de semejante mal
que eterno dura,
tan poco se preocupa!
¡Oh, gran estupor!
¡Oh, grave error!
¡Que el hombre mortal
del reino inmortal
que eterno dura
locamente se despreocupa!

Escena 4

(se reabre el Infierno)

CONSEJO
Almas desafortunadas,
elevad vuestras voces arrogantes.
¿Qué destino os ha tocado?

ALMAS CONDENADAS
La muerte eterna, eterna.
¡Ay, ésta es nuestra suerte,
sepultados en en el dolor!
La muerte que nunca muere.
Amarga, dolorosa y fuerte,
eterna, eterna muerte.

Escena 5

(se cierra el Infierno)

INTELECTO
Ánimas benditas y bellas,
allá arriba, por encima de las estrellas,
¿qué es lo que más os place?

ÁNIMAS BENDITAS
¡Eterna, la vida eterna!
Vida que vive y reina,
dulce, celestial y digna,
siempre, siempre agradable.
Eterna, la vida eterna.

ALMA, INTELECTO
CONSEJO, CUERPO
(juntos)
¡Oh, gran estupor!
¡Oh, grave error!
¡Que el hombre mortal
de semejante mal
que eterno dura,
tan poco se preocupa!
¡Oh, gran estupor!
¡Oh, grave error!
¡Que el hombre mortal
del reino inmortal
que eterno dura
locamente se despreocupa!

Escena 6

(se reabre el Infierno)

CONSEJO
Almas, el dolor y la pena
que tanto os aflige,
¿no debe nunca acabar?

ALMAS CONDENADAS
Nunca, nunca, nunca.
¡Ay, condena eterna
que nunca termina!
Nunca, nunca, nunca.

Escena 7

(el infierno se cierra de nuevo)

INTELECTO
Almas, vuestra gloria
en la memoria eterna
¿durará para siempre?

ÁNIMAS BENDITAS
Sí, para siempre, siempre, siempre.
Durará para siempre
y no tendrá fin.
Será perpetuamente perdurable
durará por siempre, siempre,
siempre, siempre.

INTELECTO, CONSEJO
ALMA, CUERPO
(juntos)
Que cada uno haga lo correcto,
pues la muerte siempre viene con rapidez.
Amad a Dios, el Señor,
huid del mundo engañoso;
y cuando se haya cometido un error,
por vuestro pecado,
con fe pura,
pedid perdón.
Haced buenas obras y enmendad vuestra vida,
pues de un solo instante lo eterno pende.

ALMA, CUERPO
(juntos)
Como el ciervo sediento
corre a la fuente deseada,
así nosotros deseamos y suspiramos
ascender al cielo por la empinada senda.
Pero antes, nos unimos en el canto
y al gran Señor alabamos.

Escena 8

ÁNGELES, ÁNIMAS BENDITAS, ALMA
CUERPO, INTELECTO, CONSEJO
(Las ánimas benditas desde el cielo)
¡Gloria a Dios en las alturas
que vive por siempre!
¡El elevado y gran Señor
sea eternamente honrado!

ÁNIMAS BENDITAS,  ÁNGELES
Llamemos a todo el mundo
y con canto gozoso cantemos, 
cantemos con alegría
las alabanzas y los hechos gloriosos de Dios.

Escena 9

ÁNGELES, ÁNIMAS BENDITAS, ALMA, 
CUERPO, INTELECTO, CONSEJO, CORO
(todos juntos)
¡Oh, Señor santo y verdadero,
que reinas sobre el mundo!
¡Oh, Señor santo y fuerte,
domador de muerte
dador de la vida!
Suprema bondad infinita.
Para Ti, Señor, para Ti
la gloria y la alabanza.
para Ti, el Señor supremo Señor.
¡Para Ti la gloria y el reino eterno!

INTELECTO
Vosotros que estáis escuchando,
¿por qué no os regocijáis?
No dudéis, no penéis,
sólo gozad de la alegría y felicidad.
Con fiesta alegrémonos,
cantemos con regocijo
huya lejos la pena.
¡Fiesta, fiesta para todos!

TODOS
¡Gracias, himnos, alabanzas y regocijo de amor
canta la lengua y le responde el corazón!

ALMA
Que toda lengua y todo corazón
alabe a mi Señor,
que levanta las almas pobres
desde la tierra hasta las estrellas.
Os lo ruego, almas queridas,
optad por hacer el bien.
Como de la serpiente iracunda,
huid del pecado;
y volved felices a vuestras casas,
y con vosotros llevad
este recuerdo mío:
quien sirve a Dios alcanzará el reino eterno.

CORO
Que todos tengan en el corazón,
pues las horas se apresuran a volar,
la intención de dejar a un lado
los bienes terrenales.
El mundo fugaz nos engaña,
pues todo bien viene de Dios.
A las obras santas y buenas
responde el Cielo con cetros y coronas.

Intermedio

Fiesta y Baile

TODOS
Claustros altísimos y estrellados,
donde moran los bienaventurados;
luna, sol, radiantes estrellas,
tocad en el Cielo vuestra dulce música,
para que todo el mundo se llene
de alegría y armonía.

Danza sobre ritornello

Rey del mundo y gran Señor,
regocijaos con los coros,
de ambos sexos y de todas las edades.
Mujeres y hombres cantan
con los jóvenes y las doncellas,
alegres y bellas canciones.

Danza sobre ritornello

Con arpas, liras, trompetas y órganos,
haced que el aire, la tierra y el mar resuenen;
que la suave brisa lleve el alegre sonido
a través de todo el orbe
y que tocando la música el corazón,
sienta las alegrías del amor.

Danza sobre ritornello

Vosotros, que amáis a Dios con fidelidad,
gente justa, hombres santos,
dad gracias eternas a Dios,
derramad lirios y rosas,
y junto con los lirios y las rosas,
alabanzas eternas y gloriosas.

Danza sobre ritornello

Vosotros, jerarquías celestiales,
componed nuevas melodías.
He ahí otra nueva estrella,
brillante y bella,
que vuela espléndida al Cielo
para brillar eternamente.

Danza sobre ritornello

Juntaos, ángeles buenos,
uniros a las canciones y a la música,
que aquí abajo, en la tierra,
aun complacido, 
el pecho florece con el canto y la risa
que corresponden al Paraíso.

EPÍLOGO

Intermedio

EL TIEMPO
El tiempo de una vida es frágil, 
lo sabemos.
Cuando se acaba,
¿qué queda?
Quizá una luz brillante,
quizá oscuridad errante.
La muerte, ¡ay!, mata,
el tiempo se acaba.
Hoy reímos
y mañana lloraremos.
He llegado al final del camino
y comprendo que he envejecido.
Veo desde mis cabellos blancos su fragilidad;
nunca pienso en el pasado
ni en el futuro no nato.
La muerte, ¡ay!, 
me produce un terror 
que me abruma el corazón.
Hoy estamos en la luz,
mañana en la oscuridad.
¿Debo guardar mis tesoros
sabiendo que moriré desnudo?
¿O buscar los honores
que pronto dejaré atrás?
¿Por qué buscar la esperanza
ahora que estoy en la hora extrema?
La muerte, ¡ay!, 
se nutre de la vanidad del corazón.
Hoy se nace
y mañana se muere.

Intermedio. Pass E Medio



Digitalizado por:
José María Oliva 2016


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